Alergia: Signos y síntomas

Reconocer la alergia

La alergia puede tratarse eficazmente, por lo que es útil saber cómo identificar esta enfermedad común.

Síntomas de la alergia

La rinitis alérgica (RA) se define como una enfermedad inflamatoria mediada por anticuerpos IgE que se caracteriza por uno o varios de los siguientes síntomas: congestión nasal, rinorrea (secreción nasal), estornudos y picor nasal.¹

Además de estos síntomas más evidentes, existen otros síntomas sorprendentes que pueden deberse a las alergias, a saber:^2-4

Fatiga crónica
Asma
Infección de las vías respiratorias altas
Bronquitis
Infección sinusal
Depresión
Problemas para dormir
Dificultad para concentrarse
Falta de resistencia al ejercicio

Muchos pacientes «sufren en silencio» sin hablar de sus síntomas. Pueden estar disminuyendo a propósito sus síntomas de alergia y el impacto que tienen en su calidad de vida por diversas razones:²

Creen que la alergia no es tan grave o que no son es una «enfermedad real», sino más bien una molestia.⁵
Es posible que no sepan que, aunque la alergia parezca benigna, puede afectar significativamente a su calidad de vida.²

Es posible que desconozcan que la alergia no tratada puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades más graves, como anafilaxia, asma, sinusitis y puede contribuir a alteraciones del estado de ánimo y deterioro cognitivo.^2,3

Rinitis alérgica estacional (RAE) frente a rinitis alérgica perenne (RAP)

La rinitis alérgica (RA) puede tener una duración estacional o perenne (es decir, durante todo el año).⁶

La RA estacional y la RA perenne pueden distinguirse en función de los alérgenos que desencadenan los síntomas, de la duración de éstos y de la época del año en que se producen.⁶

Los pacientes con RA estacional reaccionan a alérgenos exteriores como las esporas de hongos y el polen, que fluctúan a lo largo del año.
Los pacientes con RA perenne tienen síntomas continuos o intermitentes; les afectan alérgenos de interior como los ácaros del polvo, el polvo doméstico, la caspa de animales y el moho.

Hay pruebas de que los pacientes con RA perenne necesitarán medicación antialérgica durante todo el año, mientras que los pacientes con RA estacional necesitarán medicación antialérgica predominantemente alrededor de las temporadas de alergia al polen: abril, mayo y junio para la temporada de alergias de primavera y agosto, septiembre y octubre para la temporada de alergias de otoño.⁶

Preguntas para el paciente
¿Qué síntomas tiene?

¿Desde cuándo tiene estos síntomas?

Cuando aparecen los síntomas, ¿cuánto duran?

¿Sus síntomas son estacionales (aparecen y desaparecen a lo largo del año) o duran todo el año?

¿Sus síntomas aparecen cuando está en el exterior o en el interior?

¿Empeoran sus síntomas cuando está cerca de animales domésticos? ¿Tiene animales domésticos?

¿Fuma? ¿Fuma alguien de su familia?

¿Sus síntomas interfieren con sus actividades diarias o interrumpen su sueño?

¿Qué tipo de sistema de calefacción tiene? ¿Tiene aire acondicionado central?

¿Tiene algún otro problema de salud, como asma o hipertensión?

¿Tiene dificultades con el olfato o el gusto?

¿Qué hace que sus síntomas empeoren? o mejoren?

¿En qué medida puede modificar su estilo de vida para reducir su exposición a estos alérgenos?

¿Qué hace que mejoren sus síntomas? ¿Qué tipos de tratamientos ha probado?

¿Qué medicación(es) para la alergia está tomando actualmente? ¿Le alivian estos medicamentos? ¿Causan somnolencia no deseada u otros efectos adversos?

¿Qué otros medicamentos está tomando, incluidos los recetados, los de venta libre, las vitaminas y los suplementos de hierbas?
Cuando derivar al paciente para que reciba más atención
El paciente debe consultar a un alergólogo si:

Sus alergias le causan síntomas como infecciones crónicas de los senos paranasales, congestión nasal o dificultad para respirar.

Tiene fiebre del heno u otros síntomas de alergia varios meses al año.

Los antihistamínicos y los medicamentos de venta libre no alivian la congestión nasal, y algunos pueden causar somnolencia.

Sus alergias interfieren en su capacidad para realizar las actividades cotidianas.

Sus alergias disminuyen su calidad de vida.